Atlanta Dream y New York Liberty protagonizaban hace varios días un intercambio de
piezas que se saldaba con la llegada a Georgia
de Delisha Milton-Jones y con la
marcha de Swin Cash a la Gran Manzana. Días antes del comienzo de
la Regular Season, el panorama no era
demasiado halagüeño para una Swin Cash que iba a tener complicado, sin querer
saber nada de Chicago Sky y
entrenando por su cuenta, encontrar acomodo en la liga, y más en un equipo con
aspiraciones. Atlanta llamó a su puerta y Cash no lo dudó. Courtney Clemens hacía las maletas rumbo a Illinois y Cash aterrizaba en las Dream. La franquicia georgiana
estaba decidida a apostar fuerte para lograr el título y una pieza como Swin,
con mucha experiencia y muchos partidos decisivos a sus espaldas, podía ser de
gran ayuda. Pronto se vio que su estado físico dejaba mucho que desear.
Seguramente su aportación espiritual –vestuario- era magnífica, pero su
producción en pista era irrisoria. De repente, surgió la posibilidad de hacer un
trade con las Liberty: Cash por
Milton-Jones.
Delisha, junto a Cooper en Sparks (WNBA Photo) |
El traspaso llega a buen puerto y Delisha se muda a Atlanta, donde volvía a encontrarse con Michael Cooper tras coincidir cinco años en Los Angeles Sparks, desde 1999 (Cooper era asistente en ese momento, en 2000 ya pasaría a ser head coach) hasta 2004, donde conquistaron dos títulos (2001 y 2002). A pesar de su veteranía -39 años-, Delisha seguía siendo una jugadora muy aprovechable –ofensivamente- en los minutos que disputaba. Pero una inoportuna lesión, cuando sólo había disputado un par de partidos con Atlanta, va a hacer que se pierda lo que queda de temporada. Palo enorme para ella y para la franquicia de las Dream. Yo, desde luego, estaba convencido que podía llegar a ser importante en los tramos decisivos de la temporada.
Cash, con Laimbeer en Detroit (Mitchell Layton-NBAE-Getty Images) |
Swin Cash, por su parte, llegaba con
ilusiones renovadas a New York tras su decepcionante paso por Atlanta. En las
Liberty, al igual que Delisha, volvía a reencontrarse con su antiguo entrenador
en Detroit Shock, Bill Laimbeer, con el que consiguió dos
títulos WNBA (2003 y 2006). En los dos partidos que ha podido disputar con su
nuevo equipo, Swin transmite sensaciones bien distintas. Juega el doble, sus
promedios han aumentado y su lenguaje gestual en cancha ha cambiado. Parece que
se vuelve a sentir –o vuelven a hacer que se sienta- importante. En Atlanta
deambulaba por la pista. A veces incluso se arrastraba. En la Gran Manzana parece que las piernas
vuelven a funcionarle y se ha propuesto demostrar que aún puede ser útil.
Dos historias paralelas con distintos finales
pero con trama casualmente parecida. Dos jugadoras veteranas que, gracias a
este intercambio, han vuelto a coincidir con los primeros entrenadores que
tuvieron en la liga–recuerdo el matiz, Cooper era entrenador asistente de las
Sparks el año que seleccionaron a Delisha-, y con los que, casualmente, ambas
ganaron dos títulos. Este trade
estaba casi escrito, vaya. Eso sí, el destino, caprichoso, no ha querido que el
final sea feliz para todas las partes implicadas. Y es una verdadera lástima.
*Además de este traspaso, se han producido
otros cambios en algunos rosters:
Las New
York Liberty cortan a Toni Young y firman a Charde Houston.
Las Minnesota Lynx cortan a Lindsey
Moore y firman a Nadira McKenith.
Las Connecticut Sun cortan a Kelley Cain y firman a Ebony Hoffman
Las San Antonio Stars firman a Astou N´Dour, pick #16 del pasado Draft, tras disputar el Europeo Sub-20 con España