martes, 8 de julio de 2014

WNBA Rookies. Anna Cruz, una "spanish playmaker" en la Gran Manzana

Al igual que la mayoría de aficionados al baloncesto femenino, me ilusionó –a la vez que me sorprendió- el hecho de que Anna Cruz Lebrato (Barcelona, 1986) cruzara el charco y pusiera rumbo a la WNBA para probar suerte en el Training Camp de las New York Liberty. Tras pasar su primera temporada fuera de España el pasado año –en las filas del Nadezhda Orenburg ruso-, la base-escolta catalana emula ahora a las Amaya Valdemoro, Betty Cebrián, Elisa Aguilar, Marta Fernández, Anna Montañana o Nuria Martínez acompañando a Sancho Lyttle en la mejor liga de baloncesto femenino. Y no está pasando desapercibida.

Después de haber vivido sus mejores años –dos Copas de la Reina (2011 y 2013) y un subcampeonato de Euroliga (2012)- en Rivas, y con dos medallas de bronce con la selección absoluta de baloncesto (Europeo 2009 y Mundial 2010) –más la plata en el Europeo Junior en 2004- en su haber, Anna llegaba a un equipo, las Liberty, en el que, sobre el papel, no lo iba a tener fácil. Yo, desde luego, no tenía nada claro que pudiera hacerse un hueco en el roster. Suerte que me equivoqué. Cappie Pondexter, una de las indiscutibles estrellas de la liga, era la base estrella de unas Liberty que además contaban con Leilani Mitchell, habían fichado a Sugar Rodgers y drafteado a Meighan Simmons.

Pero el camino de la española se fue allanando. Leilani anunció que se quedaba en Australia para preparar el Mundial con su selección y la franquicia neoyorkina cortaba a Meighan. Guiños del destino a una Anna que causó muy buena impresión en el Training Camp y que acabó formando parte de la plantilla definitiva de New York. La aventura de Anna Cruz comenzaba con 11 pts, 9 rebs, 1 asis y 4 robos en su primer partido con el #51 de las Liberty a la espalda y como titular -31 min en pista-. Casi nada. Y, lo que es más importante, algo debió ver en Anna Bill Laimbeer –entrenador de las Liberty y campeón NBA como jugador- para colocar a Cappie de escolta y darle las riendas del equipo a la española.

AP Photo/Stacy Bengs
Como buen Bad Boy, Laimbeer le da una importancia vital a la defensa, y ahí Anna es pieza clave desde el puesto de uno. Resta segundos e impide un inicio limpio de jugada con su presión asfixiante a la base rival mientras ésta sube el balón, pasa muy bien los bloqueos, molesta en los tiros, va rápido a las ayudas… Jugando como base, Anna Cruz libera a Pondexter de subir el balón y evita que Cappie se desgaste presionando a la base rival. Así, la guard estrella se puede dedicar casi exclusivamente a tareas ofensivas. Tanto es así, que Pondexter ha aumentado notablemente sus porcentajes con respecto al año pasado –de un 36% a un 42% FG-.

Por supuesto, el impacto de Anna también se puede medir con sus estadísticas.8.8 pts –casi 50% FG (segunda mejor exterior de la liga tras Seimone Augustus) y 40% 3P-, 4.2 rebs, 3.9 asis y 1.5 robs. Lidera a las rookies en robos -10º en toda la liga- y es segunda en asistencias -14º en toda la liga- quinta en rebotes y séptima en anotación entre las novatas. Son unos números a tener muy en cuenta, desde luego. Y acabará la temporada en dobles dígitos en anotación, seguro. Lo que tendrá bastante mérito promediando poco más de siete tiros por partido. Único borrón destacable, las 2.3 pérdidas que promedia por encuentro.

Anna está cada día mejor y más asentada en la cancha, tiene muy claro su rol y lo desempeña a la perfección. Cada partido que pasa se encuentra más cómoda y eso es algo que salta a la vista pero que también puede comprobarse estadísticamente. En los seis partidos que disputó en el mes de mayo -los primeros que disputaba en WNBA-, Anna promedió 7.5 pts, 3.7 rebs, 4.2 asis y 2 robs + 2.5 pérdidas; en junio -10 partidos- sus números aumentaron hasta los 8.6 pts, 4.4 rebs, 3.7 asis y 1.2 robs + 2.4 pérdidas para llegar a julio y promediar –en sólo dos encuentros, eso sí- 13.5 pts, 4.5 rebs, 4 asis y 1.5 robs + 1.5 pérdidas. 

Anna Cruz, por sus características como jugadora –intensa, buena defensora, buena visión de juego, consistente en el lanzamiento, disciplinada-, se ha adaptado perfectamente a las exigencias de su entrenador y a las necesidades de la franquicia de New York. Su rendimiento hasta la fecha está siendo óptimo, ya es una de las jugadoras más queridas por la afición y está cuajando una temporada rookie realmente buena. Con ella y con Sancho Lyttle, parece que nos aseguramos representación española en la WNBA durante unos cuantos años más. 

1 comentario:

  1. de acuerdo en todo, excepto en la defensa individual, que va un poco asi asi

    ResponderEliminar