domingo, 10 de junio de 2012

Indiana Fever: La reválida de Catchings


Las Fever de la MVP Tamika Catchings vuelven a partir como favoritos en el Este y esta vez su objetivo son las Finales. En la pasada temporada fueron de más a menos y cuando llegaron los momentos importantes se vinieron abajo. Este año no van a permitir que ocurra lo mismo…



El equipo dirigido por Lin Dunn dejó en la cuneta, no sin problemas, a las Liberty en las semis de conferencia. Ya en la final, las Dream les remontaron el 1-0 inicial para acabar plantándose en la final, lo que supuso un duro golpe para la franquicia, considerada la gran favorita en el Este. El gran trabajo de la que a la postre se alzaría con el MVP de la temporada, Catchings, no fue suficiente. Tamika cumplió con creces su cometido llevando al equipo a la final, pero no pudo ser. Y este año no quiere que se repita el cuento. La baja de January fue un duro golpe, pero las Fever se supieron sobreponer. La ausencia de Briann permitió crecer a Phillips, pero en Playoff quizá notaron en exceso la baja por lesión de la playmaker titular. Erin aún no estaba preparada para llevar las riendas de un equipo que peleaba por todo. Los problemas físicos que arrastró Catchings en la final de conferencia, como es lógico, también tuvieron algo que ver en la eliminación.

No es que Indiana se haya movido demasiado en el mercado. Tampoco tiene necesidad, posee una de las plantillas más completas y sólo le ha hecho falta hacer algunas incorporaciones de poca importancia. Smith fue enviada a San Antonio a cambio de Roneeka Hodges, Bobbitt abandonó el equipo y la rookie Goodlett y Larkins aterrizaron en Indiana. Desde luego, ninguna de las tres incorporaciones viene a ser la próxima MVP, pero tendrán que rendir cuando se las necesite. Ya con January recuperada, el roster muestra un equipo sólido y compacto, donde todas las jugadoras van a tener minutos y donde las rotaciones serán continuas y de gran importancia para llegar frescas de piernas al tramo decisivo de la temporada.

Las Fever son un conjunto muy ordenado en defensa, con jugadoras muy físicas que le ponen mucha intensidad y trabajan muy bien atrás. Son un equipo muy intenso y rocoso. Douglas y Catchings son las que dan el salto de calidad y las que tiran del carro en los momentos decisivos. Ya son veteranas, pero tienen el talento intacto y no les tiembla la mano. Sutton-Brown le pondrá carácter e intensidad, además de experiencia y liderazgo en el vestuario. Davenport es cada vez más resolutiva en las acciones ofensivas y cada vez la van a buscar más en ataque. Pohlen, Zellous y Hodges serán las que dinamiten al equipo desde el banquillo junto con Phillips.

Las transiciones rápidas son una de sus mejores armas. Si no, juegan en estático con mucha paciencia hasta encontrar buenas opciones de tiro. Mueven bien el balón y suelen buscar el pase extra y las ventajas de Davenport al poste. Sobre todo cuando Tamika no está en cancha, juegan muy abiertas para buscar las penetraciones de las exteriores. Bases veloces y de manos rápidas para robar y salir en transición; aleros que tiran bien desde el perímetro y que tienen buena visión de juego e interiores que aguantan bien los contactos en la pintura y que poseen recursos ofensivos notables. Desde luego, no es una mala carta de presentación.

Si sus estrellas se cuidan con las rotaciones y se mantienen centradas durante toda la Regular Season, se alzarán con el título del Este. Se moverán en torno a las 23-24 victorias.

CINCO INICIAL: January, Zellous, Douglas, Catchings y Sutton-Brown

sábado, 9 de junio de 2012

Chicago Sky: Con el cielo como límite


Después de no clasificarse la pasada campaña para Playoff, en Chicago decidieron que había que cambiar el rumbo de la franquicia. Y es lo que han hecho: limpia en la plantilla e incorporaciones muy interesantes que han hecho recuperar la ilusión a la afición de las Sky. Hay motivos para creer en que esta temporada pueden ser la revelación del Este. No me cabe duda que así será.



Chicago estará en Playoff este año. Y a nadie le sorprenderá. Será interesante ver de qué es capaz el equipo de Pokey Chatman, que tiene potencial para dar más de un susto a cualquier rival. Desde luego, si a esta franquicia le faltaba algo, era experiencia. Había muy buenas jugadoras la pasada campaña pero pocas con una dilatada carrera en la WNBA. El giro que se ha dado ha sido en ese sentido. El vestuario necesitaba jugadoras que, además de ayudar en la cancha, echaran una mano en un aspecto no menos importante: el psicológico. Así, jugadoras curtidas en mil batallas e incluso con algún que otro título en su haber –Riley, Cash, Penicheiro- van a tener un papel determinante para que jugadoras como Sylvia Fowles o Epiphanny Prince sigan creciendo y hagan crecer al equipo.

Pokey Chatman ha logrado reunir a un equipo con mucho talento y bastante competitivo alrededor de sus dos puntales: Fowles y Prince. Se han hecho con piezas de mucho valor quese presume van a tener un papel crucial esta temporada. La lista de bajas también ha sido larga. Canty y Snow firmaron con las Mystics, Thorn se fue a Minnesota y Kraayeveld ponía rumbo a la Gran Manzana. De las cuatro, a Snow es a la única que se echará de menos. El potencial del equipo queda algo mermado y eso no es del todo beneficioso para el equipo, pues Fowles tendrá que soportar en sus hombros todo el trabajo en la pintura. Lo de Kraayeveld fue una pena. Vino con la vitola de gran jugadora y no fue capaz de encajar en la franquicia. Para compensar las bajas, el equipo ha realizado incorporaciones muy interesantes. Mandaron su elección de Draft -2º- a Seattle a cambio de Swin Cash y Willingham; firmaron a Penicheiro y a Riley como agentes libres y se hicieron con los servicios de la rookie Sonja Petrovic. Veteranía y ayuda interior, una base de las de verdad y una joven tiradora con mucha proyección. No pinta mal el asunto, ni mucho menos.

Vandersloot tendrá con Ticha un espejo al que mirarse y un recambio de garantías que además le dará un aire distinto al equipo; Cash aportará talento ofensivo y carácter en el vestuario; Riley dará minutos de calidad al lado de Big Syl, al igual que Willingham, y Petrovic irá cogiendo poco a poco peso en el equipo. Todo ello para acompañar a Fowles y a la que puede convertirse en una estrella de esta liga: Prince. La escolta titular de Chicago dio un salto de calidad importante en su año sophomore y este año tiene que ser el año de su consolidación. Es posible que se convierta en la primera opción ofensiva, incluso por delante de Fowles, y su aportación empezará a ser decisiva para las aspiraciones de las Sky. Tamera Young, Murphy y Swords completan un roster muy pero que muy consistente y equilibrado. El equipo ahora tiene muchas soluciones tanto en ataque como en defensa y eso hará que el número de victorias aumente. Hay equipo para hacer algo importante. Y esa es la sensación que se está instalando en Chicago.

La defensa es el punto fuerte de este equipo. Con Fowles cerrando a cal y canto la pintura y con jugadoras muy intensas y de brazos rápidos en el perímetro como Young y Vandersloot, los equipos rivales van a sufrir para sumar más de 70-75 pts. Cash también es muy buena defensora y Ticha posee un sexto sentido a la hora de interceptar líneas de pase. Con la retaguardia bien sellada, el talento ofensivo lo pondrán Prince, Cash y los destellos de Murphy desde el banco. Además, por supuesto, del destrozo que Sylvia hará en la zona rival. Es prácticamente imparable. Es, superando por un margen muy corto a Charles, la mejor center de la competición. Y su concurso es vital para este equipo.

Las posibilidades de las Sky de hacer algo grande son muchas. Si el equipo se acopla rápido y los fichajes aceptan sus roles, estaremos hablando de un equipo que puede incluso pelear por meterse en la final, aunque el Este está más complicado que nunca. Alcanzarán las 21/22 victorias sin problemas.  

CINCO INICIAL: Vandersloot, Prince, Cash, Riley y Fowles

jueves, 7 de junio de 2012

Phoenix Mercury: Tiempos difíciles en Arizona

No está el horno para bollos en Phoenix, no. Tras un inicio de temporada no muy esperanzador, las lesiones van a hacer que la campaña sea larga y poco halagüeña para las Mercury. Atrás quedó ya la época gloriosa de los dos campeonatos logrados. Podrán tomarse este como un año de relax. Son tiempos difíciles en Arizona.




Desde luego, mucho va a tener que trabajar Corey Gaines si quiere que esta temporada los aficionados de Phoenix tengan algo que celebrar. Han tenido mala suerte, también hay que reconocerlo. Que tus dos mejores jugadoras se lesionen no es plato de buen gusto, desde luego. Y es que, tras confirmarse definitivamente la baja de Penny Taylor para toda la temporada, ahora es Taurasi la que trae de cabeza a los servicios médicos, que le han dado la baja indefinida por unos problemas que arrastraba desde su regreso a EEUU tras jugar en Europa. El panorama no es demasiado alentador. Aunque la esperanza es lo último que se pierde. O al menos eso dicen.

La pasada campaña el equipo practicó un juego dinámico y vistoso que causó sensación y admiración a partes iguales. Se plantaron en la final del Oeste tras remontar la serie de semis frente a las Storm y sucumbieron ante las que a la postre serían las campeonas, las Lynx. Había mucha ilusión y expectación por ver de qué iban a ser capaces las Mercury este año, en el que habían mantenido a su plana mayor de estrellas y se habían reforzado, a priori, acertadamente. Todo se ha venido abajo muy rápido por culpa de las lesiones de Taylor y Taurasi, que, por desgracia, dejan el potencial del equipo reducido a la mitad. No es que lo que hay en plantilla sea malo, es que ellas dos son muy pero que muy buenas…

En el apartado de fichajes, tampoco se desenvolvieron mal. Pocos retoques, pero bien planteados. Tras seleccionar a Samantha Prahalis –nº 6- se deshicieron de Temeka y de Swanier. Toda una declaración de intenciones. Hay depositadas muchas esperanzas en la joven base. Además de Prahalis, Houston y Hornbuckle llegaron desde Minnesota; la primera, a cambio de una ronda de Draft y la segunda como free agent. Andrea Riley también aterrizó en el equipo con el traspaso de Temeka a Tulsa. Las Mercury, otro año más, siguen sin una center decente, aunque este aspecto no parece quitar el sueño a nadie en Phoenix. 

Sin los dos máximos puntales del equipo, la situación de algunas jugadoras ha dado un giro de 360º. A Prahalis se le va a exigir que produzca desde ya y se le dará la confianza necesaria como para que se convierta en la líder del equipo en ausencia de Diana. Dupree pasa a ser la referencia ofensiva junto con Bonner, que este año dejará a un lado su excelso papel de sexta mujer para ser la pívot titular del equipo de Arizona. Charde Houston es otra de las jugadoras que tendrá que dar un rendimiento casi inmediato. Va a pasar de jugar 7 u 8 min por partido a ser titular y jugar casi 30 por noche. Es un cambio grande. Quizá demasiado. En el banquillo, más bien poco, hablando con franqueza. Gray-Lawson, Sanford, Hornbuckle, Riley o la rookie Warley no parecen ser una amenaza para los equipos rivales. Éste va a ser uno de los lastres del equipo: en los minutos en los que la segunda unidad esté en cancha, la producción se va a ver mermada. Las titulares van a tener que jugar muchos minutos. Demasiados, y más si tenemos en cuenta el estilo de juego de este equipo: transiciones muy rápidas, posesiones cortas, juego a la carrera… run and gun de toda la vida, vaya. Y les costará mantener ese derroche físico todo el año.

Las salva el hecho de que el objetivo ya no son los Playoff. Al menos siendo consecuentes. El mayor desafío es integrar a Prahalis como jefa en la pista lo antes posible y encajar a Houston dentro del equipo. Lamentablemente, no les va a dar para mucho más. No llegarán a las 15/16 victorias.

CINCO INICIAL: Prahalis, Gray-Lawson, Houston, Dupree y Bonner

domingo, 3 de junio de 2012

Connecticut Sun: Con Charles, todo es posible

Las Sun serán uno de los equipos que peleará este año por llegar a la final de la conferencia Este. Tras haber caído en semifinales ante las Dream la pasada campaña, Tina Charles y compañía intentarán el asalto a la ansiada final.



Al equipo de Mike Thibault quizá le pesó demasiado su poca experiencia en partidos de post-temporada y, aunque plantaron cara frente a Atlanta, no dieron la sensación de estar preparadas para afrontar ese tipo de partidos. Salvo Jones y Lawson, el resto de jugadoras no tenía más de 2 años de experiencia en la liga. Y eso, en ese tipo de duelos, se nota. Aún así, la temporada se pudo catalogar de positiva para el equipo de Connecticut, que este año debe ser más regular en su juego y debe crecer apoyado en la figura de su gran estrella: Tina Charles. La center de las Sun es, con permiso de Sylvia Fowles, la mejor pívot pura de la liga, y eso es algo que la franquicia tiene que aprovechar.

Muy pocos retoques ha sufrido el roster de Connecticut. Se marchó Breland y han llegado Mistie Mims y la rookie Shegog. Ambas vienen a ayudar en la pintura, sobre todo teniendo en cuenta el potencial interior de sus rivales de conferencia -Fowles en las Sky, Davenport en las Fever, Vaughn y Braxton en las Liberty, De Souza y Lyttle en las Dream-, aunque no se espera que ninguna tenga un rol demasiado importante. Eso sí, darán importantes –aunque tampoco muchos- minutos de descanso tanto a Charles como a Jones. Lawson y White aportarán calidad e intensidad desde el banquillo y su papel irá creciendo según se acerque el final de temporada, sobre todo si a Thibault le da –como parece- por usar a Montgomery como revulsivo desde el banco metida en el papel de sexta mujer.

Las Sun basan su juego en la calidad ofensiva de Jones y Montgomery y en el juego que pueda aglutinar Tina Charles, bien por los balones que reciba o bien cargando el rebote ofensivo. Charles es una jugadora con bastantes recursos y con una presencia física tremenda; tiene buenos movimientos al poste y es capaz de lanzar desde 4 o 5 metros con un más que decente acierto. Renee y Ashja, por su parte, son jugadoras de gran talento pero muy irregulares en su juego. Tan pronto son la mejor anotadora del equipo como tienen un día aciago. Y eso repercute en exceso en el equipo, sobre todo en el caso de Montgomery, quien tiende a excederse con los lanzamientos exteriores. El equipo necesitará que McCray, Greene y Hightower den un paso al frente y se consoliden como jugadoras que puedan rendir no sólo en momentos puntuales. Esa será una de las claves de Connecticut este año, encontrar regularidad. No es un equipo que destaque por su defensa, aunque no permiten demasiadas alegrías a los ataques rivales. Si son capaces de controlar un poco más el ritmo de los partidos y no jugar tan a rachas, estamos ante un candidato a plantarse en la final.

Si las lesiones les respetan, deberían llegar sin problemas a las 22-23 victorias, asegurando así su plaza en Playoff. Un equipo a tener en cuenta, desde luego.

CINCO INICIAL: Lawson, Hightower, Greene, Jones y Charles

sábado, 2 de junio de 2012

Minnesota Lynx: A por el back to back

Haber conseguido el primer título de la historia de Minnesota no hará que las vigentes campeonas hayan perdido ni un ápice del hambre de triunfo que mostraron durante la pasada campaña. Las Lynx buscarán revalidar su título con las energías renovadas y con la confianza por las nubes tras su brillante año. Son, sin duda, el rival a batir.



Cheryl Reeve tiene ante sí el reto de hacer campeonas de nuevo a las Lynx, algo que no se consigue desde el back to back de las Sparks en los años 2001 y 2002. El Oeste no ha dado un gran salto de calidad en cuanto a incorporaciones en el resto de favoritas y sólo las Sparks y las SilverStars parecen poder plantarle cara a Minnesota. El bloque es el mismo de la temporada pasada, las jugadoras se conocen, saben lo que cada una puede dar y eso es tener mucho terreno ganado. Con la consecución del pasado campeonato se demostró la solidez de la base del equipo y, partiendo de ahí, sólo pueden mejorar. Las jugadoras franquicia –Whalen, Brunson, Augustus- están en el punto álgido de madurez en sus carreras y, salvo Taj McWilliams-Franklin, el resto del equipo es muy joven –Moore, Wiggins, Wright, Adair, Harris, Devereaux-. Tienen aún recorrido por delante.

Minnesota apenas ha necesitado acudir al mercado para mejorar su plantilla, se ha conformado con firmar a Erin Thorn, una jugadora experimentada que buscará conseguir el título, y con elegir a Peters –nº3- en el Draft. Han mandado a Charde Houston a Phoenix, que también se ha hecho con los servicios de Alexis Hornbucke. Houston era muy querida por la afición y se la tenía un cariño especial dentro del equipo. Animaba como la que más y derrochaba una contagiosa intensidad y dinamismo cuando salía a pista. Se la echará de menos. Las rotaciones este año tendrán más protagonismo. Reeve sabe que Whalen, Brunson y Augustus no deben jugar más de 28-29 min por choque salvo en partidos muy puntuales para que lleguen a tope para el tramo decisivo. Al igual que Taj, que ya no está para aguantar más de 25 min. En ese aspecto, Harris tendrá que dar un paso adelante. Tanto Wiggins como Wright aumentarán su protagonismo, al igual que Adair. En teoría, Devereaux irá introduciéndose poco a poco en la dinámica del equipo. Debe fijarse en el modelo de Brunson y aprovechar para aprender de ella.

Con Maya y Seimone aglutinando la mayor parte del juego ofensivo, Whalen dirigiendo al equipo con maestría y soltura y Brunson y Taj cerrando la zona a cal y canto, hay motivos para pensar que un segundo título consecutivo es posible. El ritmo de juego seguirá basándose en una alta intensidad defensiva para recuperar balones y salir a la carrera, cerrar el rebote para no conceder segundas oportunidades, hacer daño desde más allá del arco y buscar las ventajas que crea Brunson al poste. Todo ello, aderezado con las genialidades de Maya y Seimone, que se encargarán de solucionar los ataques cuando el ritmo se espese. Y aunque no se espese, también. Tienen licencia para lo que quieran. Merecida, por supuesto.

Pero, insistiendo en el aspecto anterior, la aportación del banquillo deberá ser mayor. Reeve no duda en colocar en pista a su quinteto de gala cuando las cosas se ponen feas. Tiene una confianza ciega en esas cinco jugadoras. No tanto así en lo que tiene en el banco, algo que quedó retratado el año pasado con el ostracismo al que fue sometido, sin motivo aparente, Monica Wright. Amber Harris y Adair tampoco gozaron del protagonismo que debieran haber tenido. Sólo Wiggins logró ganarse el favor de la coach. Este año las cosas tendrán que cambiar, por el bien de las Lynx. De hecho, y esto es a título completamente personal, estoy seguro de que una jugadora como Charde Houston, infravalorada en Minnesota, va a cuajar una gran temporada en Phoenix si goza de minutos. Tiempo al tiempo.

No van a tener problema alguno para asegurar la primera plaza del Oeste, ya que ganarán más de 25 partidos casi con toda seguridad. Revalidar el título dependerá de las lesiones y de mantener a toda la plantilla motivada y activa durante toda la temporada. Yo, desde luego, las veo de nuevo campeonas.

CINCO INICIAL: Whalen, Augustus, Moore, Brunson y Taj