Corrientes de aire fresco y jovial llegan a la franquicia de Georgia para intentar hacer que el sueño de las Dream de ser campeonas se pueda hacer realidad. Esta campaña, con Erika de Souza desde el inicio de temporada, hay una base muy interesante sobre la que el equipo puede seguir construyendo un bloque muy compacto y sólido. Este año las Fever no lo van a tener tan fácil en el Este…
Unas Fever que accedieron a la final del Este tras derrotar a Atlanta en la eliminatoria de semis. No fue un paseo para Indiana, que tuvo que remontar el 0-1 con el que había comenzado la eliminatoria. La sensación que quedó es que en Georgia dieron la temporada por buena, ya que la baja de Erika fue muy sensible y Angel tuvo problemas físicos en algunos partidos, mermando su producción. Este año, Erika está desde el principio, Angel McCoughtry sigue siendo la alma máter, Hayes y Henry ya son piezas clave en el equipo tras demostrar en su año rookie que su papel puede ser decisivo en próximas temporadas, ha llegado sangre fresca al backcourt… Aunque, si bien es cierto, uno de los vértices sobre los que giraba el equipo ha emigrado al salvaje Oeste.
La dirección del equipo ha sufrido cambios importantes. Lindsey Harding abandonaba Atlanta para recalar en Los Angeles, y su sustituta a los mandos de la nave es Jasmine Thomas. La exMystics es una jugadora, a priori, de un perfil un tanto distinto que Harding. Necesita mucho contacto con la bola, tiene más vocación ofensiva que distribuidora, tiene problemas para controlar los tiempos de partido y tiene gran déficit en la selección de sus tiros. Pero es joven y tiene un amplio margen de mejora. El balón en las Dream es propiedad de McCoughtry, así que no le va a quedar más remedio que adoptar un nuevo rol, evolucionar y desarrollarse como una verdadera base; ha llegado a un equipo con aspiraciones y con un bloque sólido al que tendrá que adaptarse. Atlanta ha depositado mucha confianza en la joven exbase de Duke y ésta tendrá que devolverla en forma de buen baloncesto. Cathrine Kraayeveld es la otra baja del equipo.
Además de Thomas, Alex Bentley, Courtney Clements, Ann-Marie Amstrong y Le´coe Willingham han llegado al equipo. Bentley y Clemens apuntalan el perímetro y han dejado buenísimas sensaciones en pretemporada. Tendrán oportunidades seguro. Willingham aportará veteranía y buen hacer en el poste. Amstrong tendrá un papel testimonial en la rotación –trash minutes-. La evolución de Sancho Lyttle la pasada temporada fue bestial. La mejora en su tiro de media distancia es evidente y su visión de juego para filtrar pases desde la zona es clave. Se destapó con la ausencia de Erika y este año volverá a tener importancia capital.
Pese a la buena pinta del equipo, es muy arriesgado, para un equipo que aspira a metas muy altas, confiar el rumbo del equipo a unas jóvenes e inexpertas playmakers. El tiro les puede salir por la culata. En más de un partido veremos a Angel subir la bola y ordenar ella misma el ataque. Fred Williams tiene trabajo por delante para intentar que no se note demasiado la pérdida de Lindsey. Angel seguirá siendo el faro georgiano, y su intensidad será clave, al igual que la de Armintie Herrington –apellido de casada-. Tiffany Hayes y Aneika Henry serán claves saliendo desde el banquillo. Ambas completaron un primer año más que notable y en ellas hay puestas muchas esperanzas.
Aún así, las Dream no van a sufrir para meterse en Playoff y estarán en condiciones de disputar el trono de la conferencia Este. El golpe de timón ha sido fuerte, puede que el cambio de rumbo sea demasiado brusco, pero los tripulantes están preparados para cualquier dificultad que pueda presentarse a bordo. Son jóvenes sobradamente preparadas, vaya. El sueño de ser campeonas puede convertirse en realidad.