Es muy arriesgado despedir a una entrenadora antes de llegar al tramo decisivo de la temporada para colocar a alguien sin experiencia previa en los banquillos -como es el caso- y más cuando hay exigencia de Playoff en el equipo en cuestión. Esto es lo que ha pasado en California, donde Penny Toler -la GM de la franquicia- toma las riendas de Los Angeles Sparks tras el despido de Carol Ross. Es una verdadera lástima. Ahora que parecía que Ross estaba dando con la tecla en
la franquicia angelina...
Ross, dando indicaciones (AP Photo/Jessica Hill) |
Las Sparks llegaban al Staples Center el pasado 19 de junio para intentar cambiar la mala
dinámica del equipo contra Tulsa Shock.
La franquicia angelina llegaba a ese partido ocupando la última plaza del Oeste con un balance de 3-7 y con la
imperiosa necesidad de cerrar pésima racha del equipo –cuatro derrotas
consecutivas-. Otra derrota más, y en casa, terminaría de hacer saltar todas
las alarmas. La presión era grande. En esa racha de cuatro derrotas seguidas, Carol Ross contemplaba desde el
banquillo el juego de su equipo con gesto desdibujado. Las contundentes
derrotas frente a Minnesota Lynx –en
dos ocasiones- y San Antonio Stars
habían mostrado la peor cara de la entrenadora: sin ideas, malas lecturas de
situaciones de juego, sin contagiar apenas energía a sus jugadoras…
Algo tenía que cambiar, y algo cambió en las
Sparks. Concretamente, la composición de su quinteto inicial. Hasta la fecha,
la disposición del cinco titular que planteaba Ross era: tres perimetrales
(Harding + Beard + Tolliver/Herrington) y la pareja Nneka-Candace por dentro. Jugando
con este tipo de quinteto, a las Sparks les costaba defender a las aleros
rivales tipo Maya Moore -potentes
físicamente, con envergadura y capaces de jugar tanto al poste como fuera- y controlar
el rebote. Recibían demasiados puntos en segundas opciones, apenas podían salir
en contraataque –algo vital para Sparks- y cometían muchas faltas.
Contra Tulsa, Ross propuso un planteamiento
distinto que buscaba solucionar esos problemas: el triple poste. Sacrificó a
una perimetral para que Jantel Lavender
entrara en el cinco inicial como center,
puesto que ocupaba normalmente Candace, y Nneka/Parker se repartieran las
posiciones de 3 y 4. Al ser ambas jugadoras atléticas,
versátiles y rápidas, podían desempeñar funciones de alero sin que ello mermara
su producción. Además, optó por sentar a Linsdey
Harding –temporada muy discreta la suya- y jugar sin una base pura.
Herrington-Beard-Ogwumike-Parker-Lavender fue el cinco inicial que sacaron las
Sparks en aquel encuentro. Y ganaron.
Pero lo importante no fue la victoria en
sí, sino que Ross encontró al fin una disposición que parecía minimizar los
problemas iniciales del equipo, los que les habían llevado a ese pobre balance.
Del 3-7 que lucían en aquel momento pasamos a un balance de 10-12 actual, o
sea, 7-5 desde la inclusión del triple
poste + Harding al banquillo. Esos números coinciden, casualmente, con los
balances del equipo con Harding titular (3-7) y con Harding suplente (7-5). Toliver/Beard
es el backcourt actual del equipo, lo
que permite a Kristi volver a la posición en la que explotó hace un par de
años, el puesto de uno.
Hasta el 19 de junio –o día D-, el equipo anotaba 79,3 pts y recibía 82,7. Desde el 19 de
junio, el equipo anota 78,8 pts por partido y recibe sólo 74,4. Hay un cambio
palpable en la parcela defensiva provocado, en un alto porcentaje, por la
presencia del triple poste. Si hay
algún pero que ponerle al uso del triple
poste es que acorta mucho la rotación interior, pues sólo Sandrine Gruda ofrece minutos de
garantías desde el banquillo. Candace Parker,
Nneka Ogwumike y Lavender están
muchos minutos en pista y eso puede ser un hándicap en el tramo final de temporada:
acumulación de cansancio, problemas físicos… Y la pelea por los dos últimos puestos
de Playoff en el Oeste va a ser
tremenda. Veremos cómo reacciona el equipo al despido de la entrenadora y
también qué sistemas utiliza la nueva head
coach.
No hay comentarios:
Publicar un comentario